jueves, 12 de noviembre de 2015

¿Te quiero o te amo?

Aparentemente las dos palabras significan lo mismo pero para mí existe alguna que otra diferencia; amar conlleva querer al mismo tiempo pero no viceversa.

A lo largo de nuestra vida queremos a muchas personas que se cruzan en nuestro camino, permanezcan o no en él, pero... ¿realmente amamos a todas ellas?

Decir "te amo" es dar un paso más; genera un vínculo mayor, más estrecho; es un grado más alto, como si un "te quiero" se nos quedara corto para expresar lo que sentimos. "Te amo" supone una fusión de dos almas y dos cuerpos, sentir que ambos corazones laten al unísono.

Por la misma razón, ese amor implica una mayor responsabilidad y exigencia por parte de nosotros hacia la persona que amamos; una entrega más vital, un darlo todo a muerte y hasta el final, el "dar la vida" que dicen algunos. Por eso es tan "fácil" dejar de querer y nos cuesta tantísimo dejar de amar. 

Lo que sí es común a ambos términos es que los dos se hacen desde el corazón; tanto querer como amar supone entregar a la otra persona un trocito de nuestro corazón que nunca recuperaremos, pase lo que pase; así que tanto si quieres como si amas que sea dejándote la piel, aunque te queden cicatrices.

3 comentarios :

  1. Estimada/o niebla:

    Hoy estoy prácticamente de acuerdo con su reflexión en su totalidad.

    Creo intuir, porque no lo deja bien claro, que el amor sólo puede ser a una persona y en cambio, como si bien refleja en su texto, se pueden querer a muchas personas.

    Pero discrepo en que siempre nos dejamos un trocito de nuestro corazón, esto, a mi modo de ver, sucede cuando nuestro querer no es correspondido o nuestro amor se rompe. Si queremos y no nos corresponden nos deja cicatriz. Si amamos y se rompe el amor entonces se nos va un trozo de nuestro corazón.

    Si amamos, cada uno entrega una parte del corazón al otro y mientras perdure el amor, nuestro corazón será una simbiosis formada por dos cuerpos diferentes.

    Pero me gustaría dejarle una reflexión para el futuro: ¿Cuándo sabemos que se ha dejado de amar a una persona y se ha pasado a quererla? ¿Cómo nos damos cuenta que esto ha sucedido? Y lo más complicado, una vez que lo tenemos claro, ¿cómo hemos de actuar para que la cicatriz que dejemos sea lo más pequeña posible?

    Espero que sirva de tema para su próxima reflexión.

    Además, y perdone mi osadía, por atreverme a decirle que esta vez no han sido su manos las que han escrito estas palabras, sino que han sido realizadas por su corazón, ese que tiene bajo su pecho y se encuentra oculto tras sus costillas, que en su afán de protegerlo, lo tienen encarcelado como verjas de una cárcel y a través de los huecos que quedan libres y seguramente con ayuda de sus latidos y las cicatrices que posea, ha ido guiando los trazos que han formado esta reflexión.

    Le dejo una cita que refleja lo que creo que usted ha expresado en el día de hoy: “Teniendo en cuenta lo frío que soy, las decepciones que he tenido y lo poco que confío en la gente, un “Te quiero” salido de mi boca vale mucho. Solo imagina un “Tea amo”. Ese no sale sin sentido, sale desde lo más profundo de mi corazón”.

    Afectuosamente,

    Gominola

    ResponderEliminar
  2. Conocía esa reflexión, muy acertada por cierto, y muy aplicable a mí.

    Yo creo que cuando has amado a una persona de verdad, jamás dejas de hacerlo (salvo en circunstancias extremas y dolorosísimas, me refiero a que haya habido algún tipo de maltrato o similar); siempre queda un hueco en el corazón para esa persona, por lo que te aportó, por lo que te regaló, por lo que se vivió junto a ella. Eso sí, la forma de amar es diferente, claro está.

    ResponderEliminar
  3. Me imagino que cuando dice que conocía esa reflexión se refiere a la cita que he reflejado en el último párrafo de mi texto.

    Con respecto a lo que comenta que nunca se deja de amar a una persona, creo que tiene razón, pero quizás no he sabido explicarme correctamente. Estoy de acuerdo que esa persona siempre será especial para uno, y se podría encontrar en un estado intermedio entre el querer y el amor, pero como parece que hemos coincidido los dos, sólo se puede amar a una persona y hay ocasiones que el amor entre dos personas desaparece por muchas circunstancias: rutina, desavenencias, discusiones, paso del tiempo… y no por ello dejas de querer a esa persona, pero ya no te aporta ese trocito de corazón que necesitas. La seguirás queriendo, pero no amándola.

    Es por ello por lo que le pedía una reflexión para el futuro: ¿Cuándo sabemos que se ha dejado de amar a una persona y se ha pasado a quererla? ¿Cómo nos damos cuenta que esto ha sucedido? Y lo más complicado, una vez que lo tenemos claro, ¿cómo hemos de actuar para que la cicatriz que dejemos sea lo más pequeña posible?, porque por mucho que se quieran hacer las cosas bien, siempre quedará cicatriz.

    Afectuosamente,

    Gominola

    ResponderEliminar