domingo, 24 de junio de 2018

San Juan


Noche de San Juan,
mucho que quemar
en una playa junto al mar.

Hoguera que se lleva las penas,
fuego que la vida renueva,
farolillos con velas
que al cielo se alzan
mientras cánticos se elevan
con tambores y guitarras.

Sabor a sal,
olor a espuma de olas,
deseos impregnados de arena
que vuelan y no regresan.

Lo viejo quedó atrás,
un año más,
renovamos la vida
y las ganas de caminar.

miércoles, 13 de junio de 2018

Frente al espejo




Hoy fui capaz de mirarme en el espejo,
apenas reconocí al niño que tenía dentro;
había crecido tan rápido
que me había perdido media juventud,
la madurez se había desprendido del árbol de la vida
y desafiando a la gravedad
cayó y me hizo olvidar mi mayoría de edad.

La persona reflejada me miraba desafiante;
llena de reproches me pedía explicaciones,
había malgastado mis días, decía,
solo contaban mis malas acciones.

No me gustaba lo que veía
así que decidí romper el espejo,
ojos que no ven...
pero no tuve en cuenta
a los ojos de la conciencia,
esos ven en la oscuridad
y también te esclavizan.

La solución del problema
pasaba por mirar hacia el interior,
enfrentarse a los demonios,
derribar los miedos y armarse de valor;
todo puede cambiar dentro de uno,
solo es cuestión de actitud y decisión.

Con el tiempo compré otro espejo
y miré de nuevo su reflejo;
lo que vi me llenó de gozo,
era yo mismo;
me reconocí al momento.

lunes, 4 de junio de 2018

Contar el tiempo



De pequeño en la escuela
me enseñaron a contar;
aprendí a contar los números,
a contar historias
pero jamás me contaron
cómo se contaba el tiempo.

Me explicaron que existían
las horas, los minutos y segundos
pero nunca me dijeron
que en los malos ratos
las horas se hicieran eternas
y en los buenos
los minutos corrieran tanto
que pareciera que no iban
de sesenta en sesenta.

No me explicaron
en qué gastar el tiempo libre
ni qué hacer con los tiempos muertos,
solo me dijeron...
tiempo al tiempo...
y verás como todo
llega a su tiempo.

Y dejé el tiempo pasar
y casi no llegué a tiempo de nada,
corrían malos tiempos,
no era tiempo de pensar;
así que quise detener el tiempo,
intenté parar todos los relojes del universo,
atrapar la vida entre los dedos
para dejar de ir a destiempo.

Pero no fue suficiente,
y llegué a viejo,
y me di cuenta de que no se podía contar el tiempo,
solo contaba la experiencia y lo vivido;
eso que ahora yo cuento a mis nietos,
sin importarme cómo pasa el tiempo.

viernes, 1 de junio de 2018

Sin brújula




Andaba perdido
a pesar de llevar
una brújula en el bolsillo;
deambulaba malherido
sin hacer caso del camino
que indicaba la aguja;
al norte señalaba
pero yo me empeñaba
en viajar al sur,
en busca del mar,
del viento y de la luz.

Y en esa travesía
descubrí nuevos mundos,
hice nuevos amigos,
hasta me conocí a mí mismo;
no siempre hay que seguir el norte;
a veces desviarte
es la mejor aventura
que te enseña la vida,
y no es una ironía
que para encontrarse
antes hay que perderse;
la brújula sigue en mi bolsillo,
compañera fiel de viaje.