Retirarse

Retirarse a tiempo
no es perder,
tan solo es saber
cuando llegó el momento
en que es mejor
dejar un bonito recuerdo
que doler;
sin rencores,
sin temores,
recuperando el aliento
y aprender,
que no se puede volver
a cometer los mismos errores;
y ver,
que es posible renacer
para empezar a creer.

¿Te atreves a responder?

Son preguntas que alguna vez
por tu mente han pasado,
miedo has tenido a responder
y a otra cosa te has marchado.

Si algo has de ser
es sincero por una vez,
y pararte a pensar
que respuesta quieres dar.

Sin más dilación me dispongo
a plantear interrogantes,
juegos de palabras parecen,
no se despisten; contesten.

¿Trabajar para vivir
o vivir para trabajar?

¿Si perdonar es olvidar,
qué sucede si se olvida perdonar?

¿Puede alguien sentirse
preso de su propia libertad?

¿Llorar con la verdad
o reír con la mentira?

¿Morir de pie
o vivir de rodillas?

¿Merece la pena luchar
por una causa perdida?

¿Lo bueno es bueno?
¿Existe la maldad más buena?
¿Y la bondad de los malos?
¿Puede ser malo ser bueno
o bueno ser malo?

¿Amar con locura
o estar loco de amor?

¿Dormir contigo aunque no sueñes conmigo
o soñar contigo aunque no duermas conmigo?

¿Puede un sueño atrapar la realidad
o la realidad es víctima de un sueño?

Si respuesta logras dar
mi admiración tendrás;
y si no, vuelta a empezar,
queda mucho por pensar.

Mayo

 

Mayo,
mes de las flores,
de ferias y olores;
repleto de comuniones,
y algunos
empezando vacaciones.

El quinto del año,
florido y hermoso,
lleno de puentes
y viejas tradiciones;
patios de flores,
de cruces y colores;
Fátima el trece,
San Isidro el quince,
primero la madre,
trabajo y manifestaciones.

A unos les encanta,
a otros alergia produce,
todos lo cuentan
¿tú en qué grupo te encuentras?

Melancolía

Lluvia que moja recuerdos
de cuando estábamos juntos,
en solitario te echo de menos,
día gris que se vuelve negro.

Estás lejos,
sopla una brisa suave
que se convertirá en aire
de tormenta loca y agitada;
nubes que ocultan tu luna,
soles que huyen y se esconden.

Y en este caos
de gotas de agua,
de charcos en charla
y pisadas mojadas;
en este letargo
tras un cristal
lleno de vaho,
invierno cruel
que entra de puntillas
sin dar ningún traspiés;
en este silencio
que invade mi cuerpo
intenta mi mente
acallar las voces
que gritan tu nombre.

En este momento
pongo a dios por testigo:
que el sol saldrá de nuevo,
que la luz hará presencia
y tapará todas tus sombras;
y ese mar de dudas
se disipará tras las dunas
de un desierto que encontrará
su oasis perdido;
un paraíso a mi alcance,
el edén de mis sueños.