No sé mucho de matemáticas,
pero te quiero sin medidas
y desde todos los ángulos.
No sé mucho de gramática,
pero te quiero sujeto a mi predicado,
realizando el verbo,
complementando mis adverbios.
No sé mucho de geografía,
pero conozco tus valles y montañas,
y le pongo nombre a todos tus lagos.
No sé mucho de idiomas,
pero conozco el lenguaje universal,
ese que hablamos los dos
sin mediar palabra.
No sé mucho de historia,
pero sé que quiero
escribirla contigo.
No sé mucho de literatura,
pero mido tus versos cada noche
y te recito en cada despertar.
No sé mucho de arte,
pero te dibujo en cada sueño
y moldeo entre mis brazos,
construyo tu mundo junto al mío.
No sé mucho de música,
pero acompaño tu compás con mis notas,
tengo tu melodía en las cuerdas de mi alma.
No sé mucho de física,
pero sé de la ley de la atracción,
del peso de los cuerpos,
de la fórmula del amor
y de la gravedad de lo que siento.
No sé mucho de química,
pero quiero ser la alquimia del nosotros,
convertirnos en lo que no somos.
No sé mucho de nada,
pero como quiero saber de todo,
tendré que seguir estudiándote.
Eres mi asignatura pendiente.
