Susurros vespertinos despiertan mis oídos
recitando poemas blancos en la orilla,
melodía de tonos verdes y azules
que relucen y deslumbran
cuando les toca el sol.
Brisa marina que acaricia mis sentidos,
arena fina cubriendo mis rodillas
al son de una sinfonía de olores;
cielo de nubes de colores,
rojos, naranjas y ocres.
Así es el mar,
un regalo de la naturaleza,
un deleite para la humanidad.