Noche confidente

Comienzan las primeras nevadas,
frío en un otoño que avanza
con prisa y sin pausa;
tardes que caen
al apagarse las horas,
destellos de un ocaso,
a lo lejos,
que enciende el cielo
de colores y efectos.

Olor a leña quemada
en las calles del pueblo,
calor que desprende el fuego
creando un ambiente cálido,
charlas y reuniones al abrigo
de unas llamas y unas mantas
que calientan el cuerpo.

Una taza de café entre las manos
templa el alma y los ánimos;
misterios y secretos,
leyendas y cuentos,
contados en la noche de los muertos,
historias que cobran vida,
y que, a veces, dan miedo.

Otoño (II)

Olor a tierra mojada
que despierta los sentidos,
otoño que enseña su rostro
tras una lluvia suave y fina;
la naturaleza se llena de colores
amarillos, verdes y ocres,
es tiempo de empezar a abrigarse
y olvidarse del sol,
vacaciones y tirantes.

Los días se acortan
dejando pasar las horas,
chimeneas que resurgen de sus cenizas
y comienzan a dar color, y calor;
árboles que se desnudan
soltando sus hojas caducas,
dibujando alfombras
que visten las calles
de una ciudad fría y distante.

Otoño entre dos luces,
preámbulo de un invierno
que se acerca con paso firme.