Hablando al corazón

Hoy le hablo al corazón,
ese que se desborda de pasión,
que no entiende a la razón
y que rebosa lleno de amor;
ese que se olvida
de los daños pasados,
que no recuerda el dolor
y se entrega con tesón
a una nueva relación.

Hoy le pido
que no deje de latir,
que a pesar de sufrir
siga estando ahí,
que cure sus heridas
y vuelva a resurgir,
que otro corazón
aguarda en su camino
y no lo dejará morir.

Hablando a la razón

Hoy le hablo a la razón,
que pasea por la mente
y se esconde en un callejón;
que sale por la noche
sin miedo ni perdón;
a decirte que no es posible,
que no existe la ocasión,
que nada sucede
sin su permiso y aprobación.

Hoy le digo
que aquí mando yo,
que no pierdo la ilusión,
que abandone su posición
porque gana la batalla el corazón;
que se aleje y no regrese,
que ya no tiene el timón,
que no posee el control
de mi vida y el amor.

El crédito de la vida

Cuando se acerca el final
solemos echar la vista atrás,
para dejar de respirar
y podernos ir en paz.

Se acercan a nosotros
recuerdos de un pasado,
un corazón tejido
con hilos de dolores
y pespuntes de felicidad.

La vida que nos dieron
fue un crédito sin intereses
que ahora nos toca devolver,
solo nos queda
lo que durante ese tiempo
hayamos hecho con él.

Lluvia

Sientes la lluvia caer;
fuera la ciudad moja sus prisas
bajo un paraguas de nostalgia;
charcos en las aceras
con pisadas cansadas
tras un árduo día de trabajo.

Mientras, tú miras por la ventana
soñando arco iris de colores,
destellos de luz tras las nubes
que barren las calles y sus pasos;
y en cada gota de agua que resbala,
por un cristal cual de mejilla se tratara,
sientes la lluvia caer, esta vez,
como lágrima derramada.