- No sé mucho de arte, pero te dibujo en cada sueño y moldeo entre mis brazos, construyo tu mundo junto al mío.
- Hablar varios idiomas y ser un incomprendido.
- Me falta certeza para tantas dudas.
- Vibro en las cuerdas de tu arpa cuando acaricias mis notas musicales; melodía que invade los sentidos.
- Una noche sin luna para que brillen tus ojos en mi penumbra.
- A la luz de las velas... se desvela mi sueño.
- Entre los pespuntes de mis costuras dejo pasar el tiempo.
- Estoy en libertad condicional, esperando que vuelvas a hacerme preso.
- ¿No será que nos faltan estaciones para que paren trenes?
- Esa extraña sensación de no decir nada y dar a entender todo.
- A mi almohada le faltan cabezas en las que pensar.
- Ríndete a la evidencia y siempre saldrás victorioso.
- Que no haya más límite que el infinito.
- Que no haya más vértigo que ilusión.
- Que no haya más desastres que suspiros.
- La delgada línea que separa el amor del deber.
- Ya no quedan huecos para llenarlos de vacío.
- Mi tiempo verbal es un presente que tiende a futuro.
- Habitas en mis fantasías para llenar de realidad mis sueños.
- Al comienzo fue donde perdí todos mis principios.
- Sentado en las manecillas del reloj, viendo pasar el tiempo.
- No sé mucho de idiomas, pero conozco el lenguaje universal, ese que hablamos los dos sin mediar palabra.
- Nada nos pertenece, ni siquiera la vida.
- Hay razones que quitan la razón.
- La única lucha que merece la pena es la que se hace por amor.
- Sin esfuerzo cualquier logro pasa inadvertido.
- No sé mucho de literatura, pero mido tus versos cada noche y te recito en cada despertar.
- A veces no tenemos idea de nada pero podemos hacernos una idea de todo.
- Si quieres que sea pasajero en tu tren... dame asiento preferente, cuestión de clase.
- Renunciar a lo que te hace daño es una liberación, por mucha vida que se nos vaya en ello.
- No sé mucho de gramática pero te quiero sujeto a mi predicado, realizando el verbo, complementando mis adverbios.
- Los sueños nos mantienen despiertos.
- No mueras por alguien que no vive por ti.
- Debería coger el hábito de deshabitar la mente.
- A fuerza de resbalones conseguimos mantenernos en pie.
Pensamientos cortos III
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