Libro y rosa

Te regalo una rosa,

fresca y delicada,
sin espinas y olorosa,
suave y perfumada;
me regalas un libro,
de amor su contenido,
será mi mejor amigo
mientras no estés conmigo.

Recuerdos de infancia

Recuerdos de niñez
que me hacen sonreir,
en el tiempo retroceder
y ser pequeño otra vez.

Aquellas tardes de verano
en una manta en el patio,
bocadillos de nocilla
y batidos de vainilla.

Dar patadas al balón,
latir el corazón
jugando al escondite,
saltar la goma, la comba,
aprender a nadar
con manguitos de goma,
hacer pompas de jabón,
soplar en el baño la espuma,
ver espinete
haciendo los deberes.

Sábados delante de la tele,
bola de cristal
entre tigres y leones;
martes de Horacio pinchadiscos,
sobremesas los domingos
de gnomos, pitufos y vikingos.

Paseos en bicicleta,
caza de hormigas,
cuentos de princesas
vistiendo las muñecas;
dibujos de colores 
modelos y maquillajes,
fichas de parchís
y saltos de oca a oca
de nuevo porque me toca.

Retazos de infancia
que provocan sonrisas,
allí quiero volver,
y ser niño por segunda vez.

Profesor

Máquina almacenadora de datos,
parlanchín de la noche a la mañana,
busca asesinar a la gente
utilizando un lápiz como arma. 

Amante empedernido de la tiza,
enamorado de una bella pizarra,
la acaricia con su suave esponja
dejándola bien limpia la cara. 

Sediento y mudo se queda
cuando suena una campana,
quizá vuelva a darnos la lata
el próximo día: mañana.

La compañía de la soledad

A veces la soledad
es tu mejor compañera,
siempre está a tu lado
y nunca te abandona,
te habla a través
de la brisa y las amapolas,
se escucha por medio
del silencio y el consuelo. 

Viene sin que la llames,
se va sin despedirse,
alerta, atenta, coqueta,
vuelve para de nuevo abrazarte. 

Siempre es la misma;
se esconde para no molestarte,
pero su visita es siempre agradecida
cuando en la vida la necesitas.

Varios I

Frío y nieve tras la ventana
de una hermosa cabaña;
perdida en el monte,
solitaria en la cima,
tocando la luna.

Calor de hogar
a la luz del fuego,
olor a leña
que se consume lento,
amor entre sábanas,
cuerpos que se aman.

Orgasmo

Orgasmo,
poesía interior,
arco iris de sentidos,
latidos musicales,
de mi mente temblor.

Contigo, sin ti,
conmigo, sin mí,
juntos, separados,
pero placer asegurado.

Sentidos

¿A qué sabe un te quiero?
¿A qué huele un recuerdo?
¿Cómo se siente un suspiro?
¿Cómo se toca un anhelo?

No existen sentidos,
ni siquiera el oído,
que escuche los latidos
de esta corazón sombrío.

Solo quiero
el común sentido
de ver tu corazón
latiendo junto al mío.

Cristo en el madero

A ti alzo la mirada con voz callada
ojos azules y tristes de lágrimas llenos,
que en una cruz te contemplan y de Ti son siervos
y que no pueden mirar tu cara ensangretada.

Tu cuerpo en un madero, clavado y dolorido
se desgarra por mi pecado ya perdonado,
y con un grito al cielo clamas desconsolado
que con tu muerte a tus hijos hayas redimido.

Me queda el gozo de saber que Tú regresarás,
y en el silencio del alma a Ti te esperaré,
y con el soplo de tu Espíritu me salvarás.

 Tu Mensaje en adelante a todos predicaré,
y mi llama encendida a los ciegos alumbrará,
y junto a ellos, algún día resucitaré.

Si me faltas

Si me faltas
hasta la luz del día
se vuelve oscura,
no hay calor
en estas manos frías
y el agua de la lluvia
se convierte en lágrima
corriendo por mis mejillas.

Si no estás
no encuentro paz
en esta agonía,
mi cama vacía
extraña tus caricias
y hasta mi alma 
es presa 
de la melancolía.

Si me faltas
todo es rutina,
nada cambia,
nada llena,
todo regresa
y se vuelve espera.