sábado, 14 de noviembre de 2015

Hoy, París somos todos

A casi veinticuatro horas del brutal atentado de anoche en París, con la serenidad de haber reposado, que no asimilado, la noticia... me asalta la misma pregunta que en otras ocasiones ante un acontecimiento de parecida magnitud. ¿Cómo es posible que el pleno siglo XXI, con lo avanzados que estamos en todos los campos de la civilización, podamos seguir siendo tan primitivos en cuanto a segar vidas ajenas y defender creencias se refiere?

Me da igual en nombre de quien se haga semejantes matanzas, ninguna tiene justificación, pero me duele profundamente que algo así se haga en nombre de dios, y lo pongo con minúsculas porque no es el mío, no es en el que creo. Que una barbarie se haga en nombre de la religión no tiene fundamento. ¿Qué dios puede querer que hermanos se maten entre sí? ¿Qué dios pretende sembrar el dolor y el horror entre las criaturas creadas por él? Es cierto que a lo largo de la historia se han cometido muchas atrocidades en nombre de la religión, pero basta ya, ningún dios puede querer eso.

Quien comete este tipo de ataques no son más que fanáticos que defienden unas ideas que se desmoronan por sí solas, que no tienen base sólida en nada más que ir en contra de aquellos que no piensan y no sienten como ellos. ¿Cómo van a valorar la vida de sus semejantes si no dan ningún valor a la suya propia?

Hoy París duele como lo hicieron antes Nueva York, Madrid o Londres; hoy medio planeta llora por sí mismo y por la otra mitad; porque a fin de cuentas todos somos víctimas de una forma u otra. Pero hoy estamos con París, unidos en su luz debilitada, aferrados a la oscuridad del pánico, sintiendo la tristeza en lo más profundo de nuestro ser. Pero ese dolor hoy nos hace más fuertes, nos une en una lucha común que no necesita armas; juntos de la mano lograremos alcanzar un mundo de paz y armonía, al menos es lo que deseo en días como hoy, donde tenemos roto el corazón. 

Quiero creer que otro mundo es posible, que cada uno tiene la libertad de creer en quien quiera respetando las creencias y libertades del otro. Quiero saber, necesito saber, que no estamos solos, que contamos todos, y que juntos lo conseguiremos a pesar de nuestras diferencias.

Hoy París somos todos.


No hay comentarios :

Publicar un comentario