A veces no necesitas nada más
que alguien que te dé todo;
que sepa recorrerte por entero
y te haga vibrar por dentro;
que te haga tocar el cielo
y nada eches de menos.
que alguien que te dé todo;
que sepa recorrerte por entero
y te haga vibrar por dentro;
que te haga tocar el cielo
y nada eches de menos.
A veces solo es una caricia
para sentirte viva,
un beso en la mejilla,
un abrazo que rompa los miedos
o una palabra de aliento.
A veces no necesitas más que el silencio
de alguien que esté cercano,
notar la simple presencia
de aquel que te da la mano.
Y es que en definitiva
a nadie le gusta estar solo
si no es para un rato
o por un tiempo determinado.
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