martes, 11 de octubre de 2016

Una mañana de domingo



En una mañana de domingo cualquiera
bajo un sol que calienta las venas,
un paseo por las calles desiertas
te saca del recuerdo y te despierta.

En el suelo hojas secas
toman los colores del otoño,
una brisa suave y fresca
acaricia y moldea el rostro;
un camino a ninguna parte
un andar lento y silencioso,
la mente en blanco
y el corazón abierto,
una mañana de domingo.

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